Héctor Guerra
País de Origen: España-Bolivia
Ritmos Explorados: Reggae/Dance Hall/Cumbia/Latina Urbana
Héctor Guerra es un mc hispano-boliviano. Además es fundador, productor, manager del grupo Pachamama Crew. En 2003, con sólo 18 años, a Guerra se le presenta una oportunidad única: una invitación de DJ Lord (Public Enemy) para compartir escenario en su tour por España. A partir de ese momento empieza para él una espiral de aprendizaje y efervescencia creativa.
En 2005, en el barrio de Cuatro Caminos en Madrid, entra en contacto con DJ Shayman (dj y productor, España), Julio Beltrán (mc, España), Saiko Flow (mc, Rep. Dominicana), Duval NC (mc, Rep. Dominicana), 5JC (mc, Ecuador) y El Pana (técnico de sonido, Ecuador). De ese encuentro nace el colectivo Pachamama Crew, que es hoy en día uno de los colectivos más importantes de la escena española e internacional de hip hop de habla hispana.
Como impulsores de crítica social a través de la música, Héctor Guerra y el colectivo Pachamama Crew han expresado su respeto por la diversidad cultural y por el goce pleno de derechos de los y las migrantes en el contexto español y europeo. También se han declarado contra las desigualdades, la discriminación racial, la represión de las fuerzas públicas y la degradación del medio ambiente.
Del barrio pa Wirikuta es una colaboración de Héctor Guerra con MPC Familia y Moi Gallo. Forma parte de los esfuerzos de diversos colectivos de artistas que se han sumado a lucha del pueblo wixárika (huichol) por la defensa de Wirikuta, territorio sagrado que se encuentra acechado por proyectos de megaminería.
El video de esta canción fue grabado en el Reclusorio Preventivo Varonil (Reclusorio Oriente) en la Ciudad de México. Relata el propio Guerra que, "En esa cárcel hay gente que hace música y querían aportar una canción para Wirikuta, pero no tenían los medios para hacerla. Estaban grabando un documental sobre su vida en la cárcel y me propusieron ayudarlos". De esa situación fortuita, emerge Del barrio pa Wirikuta que, buscándolo o no, rompe barreras y conecta dos voces del México profundo: la de los presos y la de los pueblos indígenas. Dos voces subterráneas que, desde una experiencia musical como ésta, se levantan juntas por un reclamo digno.
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